Momentos corazón

Apresado por mi pasado

Sólo las mariposas negras lividean
los néctares de la felicidad pasada.
No voy a pedirle perdón al viento,
ni al tiempo, ni al recuerdo,
ni al fútil vuelo de su aroma
que respira la fragilidad en mi piel.
No voy a ser esas alas de ángel
que se marchitan en cada amanecer
con presagios de una vida en muerte.
Sólo tu yo en mí, y voy a creer, crecer;
flotando en mi tiempo presente
caminando feliz por su pasado.

Tú mi espejo, mi Rey, mi guía.
Tú, mi padre.

Suspendido en sus aguas

Voy a perderme por las corrientes
en tus paradisíacas islas perdidas,
navegaré sin encontrar el puerto
entre tus brisas frescas y húmedas,
tu garbo de aguas cristalinas
y tus calas secretas de encanto
con sus recodos de corales multicolores.
Como pez en tu agua de mar
voy de nuevo a encontrarme,
diferente, en la siesta,
perdido en el futuro del sueño
y lastrado por mi lealtad de paz;
sobre mis corrientes deidades.

Por sus saladas arenas

Hoy he visto su amanecer
con toda mi real calma.
Atrás se quedó esa rabia
de calor, fuego, tormentas,
callosidad incrustada
para la enemistad humana.
Y con sus primeras luces,
vi nacer un nuevo día
desde mi Este más central,
sobre mi paz más real.

Y mientras se alborota,
he vivido el momento
como el fiel signo inequívoco
que volverá aquel mañana,
aderezado de calma.
Volverá sí, aquel mañana
de amor y fraternidad.

En cuánto por mi yo.

Cuántos TIC TAC tiene el mundo,
tú ser, mi vida, su historia.
Cuántas razones de tristeza y gozo
parten de la nada hacia sí,
del todo a la nada,
de la mitad al extremo,
del nacimiento al infinito.
Cuántos reflejos de verdades
rodean nuestra esfera de futuro,
desde el presente, desde el pasado.
Cuántas veces oyes los tic tac
esculpidos en tu sorda, en mi verdad.
Cuántos castillos ha creado la arena.
Cuántas arenas ha forjado un castillo.

La mejor conversación de un silencio,
siempre será, la que escuchas de ti mismo.

Sueños cuadriculados

Me siento ante el teclado observando sus planos y cuadriculados cuerpos, los que relucen cual estrellas en la noche iluminan el nuevo día.

Me acuno en el silencio de una lujuria ajena, la que solo a mí corresponde divagar entre las mentes de aquel pasado que tantos consejos me ofreció, que tantos destinos en el camino me mostró.

Hoy, y sin querer, creé música en cada golpe, en cada roce, en cada vomito de raíz chispeante de razón.

Flotando me sentí nítidamente abstracto, mas luego, también viajé entre los márgenes interiores de mi ser hacía mi otro desconocido yo, el que va ilustrando un sinfín de vanidosas razones para conmigo.

Hoy me siento ante el teclado y muero de placer al descubrir el bello sueño de su dulce goteo imaginario.

Caminos de vida

Su obra fue elegida en el IV Concurso de microrrelatos "Microfantasías" y forma parte de la antología que lleva el mismo nombre

Puede que se encontrase allí perdido en la cumbre de la nada,
donde juntos y en paz bailaban la razón y la soberanía.
Porqué sí, porqué algunas veces tuvo que escoger
donde no estaba elegida la soberbia del camino más dificil,
para llegar, resignado, al fantasioso mejor destino.