dissabte, 25 de gener del 2020

En cada palpito


La suave brisa perpetúa
aromas en los labios
salpicando mares de nácar
sobre puertas a mi corazón.

Amalgama vergeles
con pétalos de gladiolo,
rociador de rosas, margaritas
y los azahares con romero.

Sobrevuelan mis palcos
que anidan en sus sierras,
oteando vidas de horizonte
con algodonosas viajeras,
con su brillo espejo de Sol,
con sus estrellas de Luna.

Atardece.
Sonroja el lucero
ante sus carnosas mejillas
con tonos de fresa,
azul mirra plata
y sabores de miel canela.

El viento,
el que azota mi querer
en cada sentir de amanecer.
Prisionero de mi tierra.







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