dijous, 17 de gener del 2019

Moment zen

Desde el verbo querer
se suponía un nacer
sobre el renacer,
porque la luna
brillaba como ninguna,
porque el sol
resistía aquel cresol,
porque una estrella
siempre era bella
y por miles de porques
en la inclinación
con un huerfano ojo
sobre la palma de una mano.
Y que aunque pareciera
siendo el parecer
del que pudiera parecer;
siempre era
lo que no parecía
a la que da el parecer,
y sí, aunque temiese
alabar a la mujer
desde dentro de su ser.
Muchas terminaciones
con y sin exclamaciones
tiene ese verbo ser,
con el haber, tener, crecer,
saber, valer y creer,
y hasta con el término atrever
hasta desfallecer, y,
con una exclamación, joder..!!


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