dijous, 6 de febrer del 2020

"Una fractura unida"


Convergen los duendes
con acritud de oscuridad,
donde los turbios hechos
muestran las sombras
en el reflejo del diario.

Burdos infructuosos
con falta de brea,
cómo lapas ruborosas
sin razón de techo
y confidentes raídos
sin el tesón veraz
de su falsa luz.

Triste posesión
inmaterial al tacto,
el que sangra quereres
ante la sonrisa errante
del enervante suspiro
y la herida del corazón.

Convergen los duendes
ante la mirada diaria
del dolor y el rechazo,
ante la sombra inmune
del aprecio huido,
ante el reconocido error
del valor en la falta
con sabor a conciencia,
con un trago herido
de contoneo rugoso
y aires de brisa azul.

Y sigue el viajero
ignorando el nudo y lazo
de los sentimientos,
paso al caso,
trueque al golpe,
beso al peso
y noche por día.



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