Por los malos pasos

Hoy vuela un silencio a gritos
entre los manglares de las almas,
siendo el huesped y verdugo
conquistador de la inconsciencia
y un enquistador en el desierto,
que siendo reo,
queda huerfano y mudo
sobre las cenizas de la sien.
Hoy se arrastra en su silencio
entre las sílabas de la lírica,
de la física, de la química
y de la prolongada calma cínica,
la que se hace valer en la rabia
de un proceso que no marchó.
Hoy se golpea sobre las riendas
en la batalla de los ademanes
con los blandos corazones,
los que mueren débiles y sin futuro
sobre hojas del papel mojado
y en la cascada de las letras retorcidas.
Hoy vuela sí, pero no,
arrastrándose con su mortal veneno.