A veces yo

Solo a veces.
A veces hay que saber pensar
En aquello ya transitado;
Siendo el presente del vivir
El que nos marca el nuevo camino,
El que nos llena gota a gota
Forjandose módica
Por donde voy y rebota
Ésta, mi aurea auténtica.

A veces me consigo maldito
Y en otras; cómo el dulce emérito,
Por incombustible,
Por no fútil y por fértil,
Maldiciéndome por cerebral
Y en no perecer cómo vulgar.

A veces soy simplemente yo,
Tan diferente, plano y claro,
Y siendo más bien raro.
Así me va.
Sólo a veces.

En mis pasados

Yace solo en tristeza
Cual hijo sin padre,
El que ya viejo se siente.
Sus velares mueren al viento,
Al sol de la historia,
Al suelo encangrenado
Que desoye sus paredes,
Donde no hay firmeza,
Donde sólo queda tristeza.
Yace sólo,
Oteando un horizonte
Cual padre, hijo, su vientre.

Virginiano

Yo soy ese.
Soy de esa pasta fina
Que se razona todo en su interior,
Como esa fibra que dulce y leal
Se mece en la vela junto al viento.
Soy esa fiera en el letargo
Que se hiere por un buen hecho
Sobre el vaivén de su marea
En el querer, saber y el valer.
Soy, el errante pensador herido 

Polizón de entre sus pensamientos
Allá donde las palabras no llegan,
Y en su misma medida;
Soy odiado, querido e ignorado.
Soy ese ser que es tan débil
Que a veces es tan repudiado,
Hombre de corazón dorado
El que se pierde entre sus letras
Quedando nulas en la estima
Cómo punzadas​ en espalda.
Soy ese, el que guiado navega
Por la senda de la vida
Con su corazón corrupto y roto
Por el hecho de su fuerza.
Soy ese tan diferente,
Soy ese, tal cual virgo